«¡Hombre libre, siempre adorarás el mar!» C.Baudelaire
Escuché tantas palabras vacías que
hasta las promesas dejaron de gustarme.
Leí demasiados «te quiero» falsos que
empecé a creer que el amor era una mera ilusión.
(Y ya ves que si lo era)
Te encontré.
Perderme entre tus lunares se convirtió en el hábito
más maravilloso del mundo.
La vida se coloreó de aquel rosado que las películas tanto habían
comentado.
Pasaron los días, las semanas, y con ellos, los momentos.
Entonces, comencé a navegar por los ríos de la duda
hasta que encontré un mar en tu ca(l)ma.
El viento me arrasó. Las alas se abrieron. La libertad existía,
ahí, en lo alto. Donde solo los pájaros llegan.
Fue cuando me di cuenta que siempre fui mas de tempestad y de bailar bajo la lluvia.
Más mía que tuya. Más del mar que de nadie.
Más de azul. Y sin príncipe.
Texto: Sandra Lázaro