“Gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas. Cambian el mundo.”

Eduardo Galeano

Mujeres avión: capaces de volar tan alto como sus sueños.

“Mujeres avión” es una llamada de auxilio.  Surge con la intención de dar voz a aquellas mujeres que no la tienen aun queriendo gritar. Busca romper con unos roles y estereotipos en una absurda sociedad en la que la televisión sigue anunciando asesinatos y violaciones, mientras la radio relata casos de trata, a la vez, que los periódicos titulan que tan solo el 10% de los gobiernos están en manos femeninas.

“Necesitamos mujeres con libros pero, sobre todo libres” digo en una parte de mi video, y cierto, es que las necesitamos. Nos necesitamos. Para de esta forma romper con un techo de cristal que, aun agrietado, sigue existiendo. Para curar la brecha salarial que tiene más de abismo que de brecha. Dando alas y no anillos a aquellas niñas que son obligadas a casarse. Y acabar una vez por todas con la mutilación genital femenina, la cual sigue aprobada en 29 países y son más de 140 millones las que han sido sometidas.  Porque ser niñas en algunos países es una deshora y, en otros un suplicio.

Me niego a aceptar que por nacer niñas tengamos un obstáculo añadido.

Se equivocaron aquellos que inventaron que “detrás de cada gran hombre, hay una gran mujer” porque está a su lado, luchando por sus sueños. Los suyos propios.  Al igual que la gran errata del refranero español; quien bien te quiere, te hará reír, soñar, bailar… te hará volar.  Nunca llorar.

Algo estamos haciendo mal en el mundo cuando tiene que existir “el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer” porque eso significa que todavía no hemos aprendido a respetarla.

Gracias por darme la oportunidad de contribuir con mi pequeño granito de arena. Escribí una vez que necesitábamos “mujeres sin complejos y complejas” y, hoy, rectifico, necesitamos mujeres sin complejos y completas, completas de libertad.

No es que podamos o debamos cambiar esta realidad, es que tenemos que hacerlo.

Sandra Lázaro Muñoz

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