Eran las tres y dos minutos. Llegaba tarde (como siempre). Esta vez, el café era el que se derretía en el hielo. Y, la wifi se apagaba de mi móvil. Quizá, ese fuese el detonante para que levantase la vista.
8M: Por mí y por todas mis compañeras
Madres rompiendo con los roles y estereotipos. Hijas denunciando asesinatos, trata y violaciones. Abuelas, gritando para romper con un techo de cristal que, aún agrietado, sigue existiendo. Para curar la brecha salarial que tiene más de abismo que de brecha. Dando alas y no anillos a aquellas niñas que son Continue Reading