Descartes en su “Discurso del método” (1637) descubrió que hay de algo, lo único de lo que no se puede dudar jamás; el propio pensamiento. (PIENSO, LUEGO EXISTO) Existo porque soy un ser pensante. ¿Soy un ser pensante? ¿Me educan para que piense? O, ¿me educan para que apruebe?
El ya en vigor sistema de educación español (LOMCE): un parche sobre parche. Esta nueva ley en la cual se realizarán pruebas nacionales comunes al final de sexto de Primaria, cuarto de ESO y segundo de Bachillerato, diseñadas por la administración central previa consulta a las comunidades. Es necesario superar las dos últimas para obtener los títulos correspondientes.
En este mismo sistema, asignaturas como ética (4ºESO) y filosofía (2ºBACHILLERATO) pasarán a ser optativas que podrás elegir junto con religión, ¿casualidad que sean las asignaturas que más promueven el pensamiento crítico? Ambas asignaturas podrán hacer media en la nota media del curso, contando por igual. Todo esto en un supuesto estado aconfesional que promueve la libertad individual de pensamiento, o ¿no?
Examen tras examen. ¿Servirá para algo?
Estudié segundo de bachillerato en el antiguo sistema (LOGSE) en este, todo estudiante que quisiera entrar en la universidad tendría que hacer la PAU o, lo que comúnmente llamamos “selectividad”. Para mí, segundo de bachillerato no existió, fue un curso orientado a aprobar un examen. Bien podría haberse denominado “PAUPAUPAU” ya que desde el primer día de clase hasta el último pude escuchar unas 800 la palabra “PAU”: “Esto es el temario que va a caer en la PAU. Estos son los ejercicios tipo. Este el tiempo que vais a tener en la PAU. PAU. PAU. PAU…” ¿Qué quieren conseguir con tanto examen? ¿Qué quieren conseguir con promover asignaturas como “religión”? ¿Qué seamos capaces de pensar?
Pero, y, ¿si no pienso? Y, ¿si no soy ser pensante? Pues… Descartes se plantearía toda su filosofía y cambiaría su máxima:
No pienso,
No existo…
No soy…
SOLO ESTOY.
Menos mal que siempre hay gente “absurda” que desafía las normas y son capaces de enseñar y conseguir que los alumnos aprendan. Todavía quedan profesores que consiguen interesar a los jóvenes y, todavía quedan jóvenes interesados por aprender.
“Lo maravilloso de aprender algo, es que nadie puede arrebatárnoslo” B. B. King
(Texto e imagen: Sandra Lázaro)