“En 1995 la sociedad sueca se conmovió porque su Viceprimera ministra, Mona Sahlin, fue sorprendida por un desvío de recursos públicos para fines personales. Usó su Riksdag credit card (tarjeta corporativa para altos servidores públicos) para la compra no prevista en el presupuesto ni en la ley de dos barras del chocolate Toblerone por la cantidad equivalente a 35 dólares con 12 centavos. Fue obligada a dimitir y estar fuera de la actividad pública por toda una década.
Escribió un libro un año después titulado Med mina ord (Con mis propias palabras) para justificar el por qué había cometido esa grave falta en busca de la comprensión y el perdón de la sociedad sueca.” (Teinteresa.es) http://www.teinteresa.es/mundo/Suecia-dimitir-comprar-toblerone-publico_0_1256874329.html
¿DIMITIR? Esta palabra no entra en el vocabulario de los políticos españoles. ¿DIMITIR POR COMPRAR TOBLERONES? No se pasa ni por la conciencia (si es que existe) de ninguno de nuestros dirigentes. ¡Vamos por Dios! ¿¿¡dimitir!??… estos suecos qué cosas tienen!! Dónde va a estar mejor el dinero público que en un paraíso fiscal (por algo es paraíso ¿no?)
Una sociedad sin ilusión es una sociedad de máquinas. Y, eso es lo que están consiguiendo; cada vez son más los ciudadanos que pierden la ilusión.
Los parados se frustran por no encontrar trabajo, los trabajadores porque no ganan lo suficiente, los estudiantes porque se tendrán que ir al extranjero.
Los políticos en la teoría son una decisión del pueblo, una herramienta que el ciudadano eligepara una buena organización de la sociedad y proporcionar bienestar a esos ciudadanos. Pero, ¿realmente esto es así? No, piensan en su propio interés. Ese momento incómodo en el que le explicamos a Galileo Galilei que el mundo gira en torno al dinero. DERECHA, IZQUIERDA, “CENTRO”.
Por favor, POLÍTICA vuelve, que te fuiste hace mucho y no sé donde estás. Aquí te echamos de menos.
PD: Y cuando vuelvas, que sé que lo harás, quita a estos actores que intentan interpretar el papel de políticos.