Y, otra vez me perdí (una buena cualidad que tengo),
está vez en PRIMARK. Ya que no había que esperar cola, decidí pasar, pero, ¿Cómo no perderse en cinco plantas? Que si camisetas a 5 euros que si pantalones a 7… que si velas, que si calcetines, que si pijamas de Minions… yo creo que fue entre los zapatos cuando me di cuenta que no sabía en que planta estaba. Cansada de dar vueltas, me senté en unos sillones que pone “CARGA TU MÓVIL” (¿La gente se pasará 5h para que se descargue el móvil?) Observé a la gente como loca, haciendo fotos a la tienda, comprando como si se fuese a acabar mañana el mundo… a lo lejos, dos señoras discutían entre ellas porque ambas habían visto el sujetador primero. Para mi asombro que inocentemente pensaba que era solo una invención de las películas americanas para dar énfasis a la trama, pero no, estaba sucediendo. Yo seguía la pelea como un partido de boxeo retransmitido en directo, cuando de repente un niño a una de las señoras que tiraba del sujetador: “Me aburro, juegas conmigo al pilla-pilla”. Ambas mujeres comezaron a reír. La discusión se había acabado.
Paradojicamente, me volví a perder para encontrarme.