El Ministerio de la Verdad tiene sede en Google y sus juicios se dictan en 140 caracteres.
Las cookies manejan nuestra agenda.
Los “te quiero”s se dicen por WhatsApp. Los amigos se miden en Facebook. La comida se degusta en likes.
Los libros ya no tienen olor ni el dinero color.
Neo nunca pudo salir de Matrix. Nietzsche retuiteó a un tal Zaratustra.
El mundo de las Sombras se reflejó en megas y Platón sigue publicando sus teorías en Stories.
Mientras tanto, Virginia pide un móvil propio y Marie Curie crea un vídeo-tutorial sobre la química.
Puede que vivamos en Un mundo feliz pero, El Gran Hermano sigue mirando a través de las pantallas.
Ayer la Deep Web mató la libertad y, hoy los periódicos datan: 1984.